Photo © María Chenut
Espectáculos
Descripción
Se crea en Santiago en el año 1986. Desde entonces ha desarrollado un lenguaje propio, un teatro no basado en el texto literario, que funde distintos lenguajes escénicos. Un teatro que se aparta de los personajes para reflejar las personas que somos y la vida que vivimos, un teatro de la sugerencia que comunica directamente con el espectador por medio del movimiento, la palabra, la ironía, la música, el humor, la complicidad y la imagen.
Ha puesto en escena 23 espectáculos, numerosas performances y colaboraciones con otras compañías. Ha presentado sus espectáculos en Francia, Portugal, USA, Inglaterra, Yugoslavia, Italia y Alemania.
En 1993, Matarile Teatro creó el teatro galán en Compostela, dedicado desde entonces a la exhibición y difusión de espectáculos de teatro y danza contemporáneos.
Ana Vallés: «El teatro es una profesión de resistentes»
LA DIRECTORA DE ‘HISTORIA NATURAL’ CERRÓ LAS ‘TEATRULIAS’ DEL FESTIVAL DEL GAYARRE
Con un encendido, pero comedido elogio del entusiasmo, se cerró el pasado viernes el ciclo de teatrulias programadas por el Teatro Gayarre dentro del festival Otras miradas, otras escenas . En este tiempo, el director Lluís Pasqual, el director Andrés Lima y los actores de Animalario, el director Pippo Delbono y, por último, la directora Ana Vallés, responsable de Historia natural (elogio del entusiasmo), han sido los encargados de completar, con sus distendidas charlas, las funciones ofrecidas dentro del certamen.
Así, en la noche del viernes, Ana Vallés reconoció que «esta profesión es de resistentes y todo lo que encuentras son obstáculos y desánimo, por eso hay que elogiar el entusiasmo porque si no es imposible. Y como hay un paralelismo claro entre el teatro y la vida, es lo mismo. Nada de lo que hayamos hecho importante en la vida lo hemos conseguido sin entusiasmo».
La directora de Historia natural , del grupo Matarile, hizo un repaso a la metodología de su proceso creativo en general y, en particular, el seguido en la obra vista en Pamplona, que fue premiada como espectáculo más original e innovador del Festival Internacional de Teatro y Artes de calle de Valladolid. «Durante el proceso los actores tienen muchas preguntas y muchas dudas. Empezamos desde cero, sin un texto. Ellos no tienen el armazón, no es un teatro convencional con un texto al que agarrarse. Yo misma convivo esos días con el caos; pero es que el teatro debe hacerse con los actores sobre el escenario y cada uno aporta sus particularidades. Hay un núcleo de actores, pero para cada montaje contamos con actores nuevos que pongan en tela de juicio lo que hacemos. No me gusta la comodidad», dijo Vallés. Aunque reconoció que en esta obra sí existía un texto previo que fue tomando forma a lo largo de los dos meses de ensayos, aclaró que esta historia, como su teatro, es un hecho vivo que pone sobre las tablas a «personas que hablen de personas, ante personas». De este modo, Ana Vallés da mucha importancia al público al que va dirigida la obra que actúa más como un interlocutor que como un espectador.
Crítica
Historia Natural
Diario Berria 30 de Octubre 2005
Al hilo del festival BAD, hemos tenido ocasión de ver una vez más a la compañía Matarile. Una vez más ha sucedido el milagro, una vez más nos hemos sentido partícipes de un acontecimiento especial y único. Una vez más hemos vivido esa emoción irrepetible que surge de la energía interior del grupo.
Si nos preguntan que demonios hemos visto sobre la escena, he aquí la respuesta: han pasado ante nosotros una orquestina ambulante de pueblo, tocando el trombón, el saxo, la trompeta, unas cuantas flautas y la batería, hermosas mujeres que deambulan completamente desnudas, un actor hipocondríaco que de tanto en tanto se encuentra al borde de la muerte, tentadoras mesas preparadas para una celebración, una encantadora muchachita que en realidad es ciega y magníficos bailarines en el terreno contemporáneo, todo ello de forma medio caótica medio organizada, puesto que la propia vida resulta bastante caótica, pese a que nosotros –pobrecillos– nos esforcemos en darle una cierta organización.
Además de las sillas plegables de madera, las mesas para el banquete, el mantel blanco y una sombrilla de color crema constituyen los únicos elementos del espacio escénico. El vestuario da colorido a la fiesta y pero en realidad tienen un gran peso. Junto a esos textos fascinantes vienen magníficos pasajes de danza y movimientos diseñados con precisión suiza, empezando por las evoluciones de grupo hasta acabar en los más mínimos gestos. Dentro de esta rica dramaturgia se impone el ambiente festivo y amistoso: la gente come, bebe, critica a los demás, disfruta de la música en directo, filosofa, discute violentamente o baila, y las mencionadas cosas suceden una tras otra, o todas a la vez, como corresponde a una homérica celebración.
Yo de verdad no comprendo cómo ha sucedido el milagro, pero aunque las condiciones del Karpaespazio son pésimas, al cabo de media hora de haber comenzado la función todos los espectadores hemos quedado atrapados en el ambiente creado por Matarile. El reloj ha dejado de avanzar, hemos olvidado los penosos asientos de plástico y todos los ruidos que nos rodean, y nos hemos encontrado en un lugar situado fuera del espacio y del tiempo, igual que la banda de actores locos, cantándole a la vida y reflexionando sobre la muerte y la vida, sobre la imagen que damos ante los demás, sobre la responsabilidad ante la naturaleza, sobre la morriña del terruño de cada cual y sobre todo tipo de temas alcohólicos por el estilo. ¡Verdaderamente, resultan admirables los poderes hipnóticos del teatro y de la danza!
Agus Perez