La Consagración de la Primavera ocupa un lugar muy especial en la trayectoria de Marie Chouinard. Una vez que decide revisar este fuerte himno a la vida, crea su primera coreografía basada en una partitura musical.  La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky explora un nuevo mundo y marca la entrada de la danza en la modernidad.  Marie Chouinard encuentra una vez más en este trabajo vanguardista una original pulsación, que es esencial en sus movimientos.  Lejos de contradecir el ritmo de su danza, la fuerza de esta partitura le inspira, le acompaña y da energía, formando el eco y el contrapunto de una coreografía orgánica, vigorosa y viva.

Para Marie Chouinard todas las formas son el movimiento de una energía vital a través del espacio. Al contrario que otros coreógrafos que han trabajado la composición de Stravinsky, ella construye su Consagración alrededor de solos, buscando despertar con movimientos fuertes y claros el misterio íntimo  de cada bailarín.

“No hay historia en mi Consagración” explica, no hay desarrollo, tampoco causa y efecto.  Solamente sincronización.  Es como si yo hubiera abordado el primer segundo que siguió al instante de la aparición de la vida en la materia.  El espectáculo es el despliegue de ese segundo. Tengo la impresión que antes de ese segundo, se produjo una cantidad extraordinaria de luz, un relámpago”

 

Concepto, Coreografía y Dirección Artística: Marie Chouinard

 

Música: Signatures sonores, Rober Racine, 1992.

The Rite of Spring, Igor Stravinsky, 1913. De acuerdo con Boosey & Hawkes, Inc., editor y propietario de los derechos de autor.

Iluminación: Marie Chouinard

Vestuario: Vandal

Utilería: Zaven Paré

Maquillaje: Jacques-Lee Pelletier

Peluquería: Daniel Éthier

 

Producción de la compañía de Marie Chouinard en co-producción con el Centre Nacional des Arts de Canadá, el Festival Internacional de Nouvelle Danse de Canadá y el Kunstencengtrum Vooruit de Bélgica.

 

Estreno mundial en el Centre National des Arts Ottawa, Canadá (1993)